
Llegó el Otoño, y con él una nueva etapa para bodas estupendas, con una luz especial, llenas de una nueva gama de color, flores y detalles que quedarán espectaculares con la caída de las hojas.
¿Quién ha dicho que la mejor época para casarse sea el verano, o la primavera? Yo me casé un 17 de noviembre, y os puedo asegurar que el día fue estupendo y la compañía inmejorable.
Hay muchas novias que tienen dudas, no saben cómo decorar o cómo ambientar su boda en esas fechas, pero yo os aseguro que en esta época comienza a surgir una paleta de colores estupendos para utilizar. Los marrones, ocres, beige, el color oro… todo combinado con blancos y verdes!!! Os envidiarán, os lo aseguro, todo depende como siempre de cómo lo combines y de lo que elijas para cada lugar y cada momento.
Las flores secas, las ramas o incluso las frutas, en estas fechas quedan estupendas y ayudan a crear un ambiente romántico y cálido en la celebración. Con el otoño, hay una gran cantidad de flores que ya no se encuentran, pero surgen otras muchas que tal vez no nos imaginaríamos utilizar, pero que dan mucho juego.
Un ramo de novia no tiene por qué ser siempre en tonos pastel. Atrévete a romper con colores fuertes como el eucalipto, flor de cera, flor silvestre, ramas, hojas secas… Con los atados de los ramos de puntillas, telas de saco, lazo…
Cualquier elemento que os imaginéis puede utilizarse como decoración. Elementos que aparentemente, no tienen una relación directa pueden crear un efecto increíble cuando se conjugan bien.
No dejéis de soñar, de imaginar y de preguntar, porque todo puede ser posible.
Utilizar un elemento que unifique todas las partes de la celebración desde el comienzo, sin que ni siquiera los invitados se den cuenta en un principio, es una de las bazas para crear un ambiente único. Haz que se sientan inmersos en un entorno perfecto. En un dulce sueño de Otoño.
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